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LAUNIÓN EUROPEA Y ÁFRICA (las experiencias de Guinea Ecuatorial y Ruanda)

África cada vez más se acerca lenta, pero sin retorno a las reglas de las sociedades avanzadas; países como Ruanda en un cuarto de siglo ha logrado crear infraestructuras modernas en todos los ámbitos de producción y servicios, con especial atención a la energía renovable, tecnología de vanguardia e internet de alta velocidad. Crece por encima del 5% anual y la multinacional Volkswagen presentó el año 2018 un primer coche totalmente montado en Ruanda.

 

La reconciliación: ¿el secreto de la transformación ruandesa?

Contra todo pronóstico, Ruanda resurgió de las cenizas. En 25 años pasó de tener cementerios a campo abierto y fosas comunes donde se apilaban los cadáveres de la masacre entre hutus y tutsis; a ostentar una infraestructura moderna. Es el país con más mujeres en el Parlamento, un 63% y está ubicado entre los 10 países africanos con mayor crecimiento económico anual (8%) Logró duplicar su población a doce millones de habitantes; en la época del genocidio se redujo a seis. Según datos de 2017 del Banco Mundial, también incrementó su esperanza de vida en 67 años, mientras que en 1994 era sólo de 29 años.

 

Las enormes ganancias de Ruanda, especialmente en salud y educación, han beneficiado a hutus y tutsis por igual, lo que ha eliminado muchas tensiones a nivel comunitario derivadas de la desigualdad socioeconómica

Guinea ecuatorial por su parte, y también en un tiempo récord, ha mejorado las telecomunicaciones al conectarse a la fibra óptica que une Europa (Francia) con Sudáfrica, construir una red de carreteras que conecta los principales núcleos urbanos del país, de los cuales 2880 kilómetros están asfaltados, así como la mejora de la infraestructura aeroportuaria, apta para futura demanda comercial. Las mujeres van mejorando de forma constante su rol en la sociedad, y actualmente representan un 18,9% y 17,2% en el Poder Legislativo y Ejecutivo respectivamente.

Mientras se producen estos cambios en África, Francia empieza pagar la factura de la colonización y el proceso de la descolonización, y paralelamente España se convierte para muchos países africanos, en interlocutor válido gracias a la gran labor del Instituto Cervantes. Por eso una España al frente de la hispanidad, será fuerte y contribuirá a que África se reconcilie con Europa y heredar de ella su mayor legado: la Democracia y el bienestar social. Y para ello, España tiene en Guinea Ecuatorial una puerta abierta a África, una puerta con bases en la hispanidad.

 

La Administración Trump. La guerra comercial

La desaparición de la Unión Soviética y el alzamiento de una nueva China en las dos últimas décadas han dibujado un nuevo mapa global que durante mucho tiempo la UE no ha querido o podido ver. EE. UU. ya no se preocupa de Europa sino es para defender sus intereses económicos. Aliados en materia de seguridad, ahora plantea repensar la OTAN. Socios en lo comercial plantea condiciones y nuevos términos de “cooperación” que quiebran el principio de Libre comercio y amistad tradicionales que siempre han presidido sus relaciones.

 

La alternancia en el Eje franco/ alemán

Asume Francia en este momento el liderazgo ante la crisis política alemana y la ralentización de su economía y el hueco dejado por la salida de Gran Bretaña, el gran contrapeso al eje franco alemán. La ausencia del Reino Unido se dejará notar en defensa, seguridad y en la tradicional competencia económica y comercial con Francia y Alemania pugnando por mantener y crear grandes empresas que rozan el monopolio frente a la atenta mirada de comisarios, países nórdicos y del sur de Europa. Este discurso también será motivo de confrontación en próximas reuniones de la Comisión cuando precisamente el concepto de seguridad esté más cerca que nunca de incluir de manera radical la defensa del libre comercio y de los acuerdos económicos a nivel global frente al aislacionismo comercial americano.

 

En seguridad y defensa tradicionalmente Francia ha mantenido posturas más extremas acerca del papel disuasorio e independiente de un futuro ejército europeo que pueden hacerle chocar con Alemania y el resto de los países que en estos momentos no ven alternativa a la OTAN. La realidad es que ningún país tiene la capacidad de sustituir el papel de EE. UU. ni siquiera parcialmente, a pesar de los recordatorios de Francia como miembro del Consejo de Seguridad y en estos momentos único miembro europeo con el arma nuclear.

 

Si se consuma el aumento gradual de la aportación española, hasta llegar a ser contribuyente neto, nos debe hacer ganar influencia en la toma de decisiones de calado para nuestro país. Todavía no sabemos si la creciente influencia francesa será la única o una de las opciones de alineamiento ventajosa a nuestros intereses. En cualquier caso, deberíamos trabajar en mantener con Portugal y los países del Mediterráneo espacios claros de acuerdos con los que poder negociar a futuro.